asombrado entre las cruzadas ramas…
Los árboles caídos, las lantanas;
en el suelo su música callando;
Se oyen notas tristes distorsionando
los ruidos sordos de las maquinarias,
asustados pájaros por cascadas
vuelan; la desolación: sollozando.
El hombre en pie, sigue derribando.
Los necesita y qué duda cabe.
Depreda. De consecuencias no sabe;
¡Indiferente es! Vivir resembrando…
¡Pájaros vuelvan! ¡Arrojen semillas!…
Qué de Dios son: hermosas avecillas…
D.R.
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