Acostumbrado a detenerme en los
semáforos, caminando he llegado
al fugaz aposento peregrino,
me he confundido entre los matorrales.
Al sentarme cansado sobre piedras,
he pensado en el final del camino;
en la trayectoria del recorrido,
en lo avanzado cargando las cruces.
Y en las luces del torrentoso río,
he visto como se lleva lo mío;
mis complejas ideas en el finito.
Mis dudas diferenciando pecados
en incestuosas manchas de malvados,
en los apedreados: ¡Pero callados!...
semáforos, caminando he llegado
al fugaz aposento peregrino,
me he confundido entre los matorrales.
Al sentarme cansado sobre piedras,
he pensado en el final del camino;
en la trayectoria del recorrido,
en lo avanzado cargando las cruces.
Y en las luces del torrentoso río,
he visto como se lleva lo mío;
mis complejas ideas en el finito.
Mis dudas diferenciando pecados
en incestuosas manchas de malvados,
en los apedreados: ¡Pero callados!...
No hay comentarios:
Publicar un comentario