Otoño: ¡No ames a mi corazón!
Porque llenas de polvo mi camino.
Si te irrogas propiedad, mi destino;
entonces no me des explicación.
Déjame que quiero escuchar el génesis
que el hombre es producto de la tierra
en sus entrañas, como al cuerpo encierra
y en la quietud, no valen los consuelos.
Noventa y dos elementos SLOSSON
en su laboratorio reconoce;
¡Catorce de ellos a la tierra forman!
...Exactamente los mismos al hombre....
Entonces: ¿Qué hay de la inteligencia?
O sólo somos: ¡puñado de tierra!
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