miércoles, 9 de septiembre de 2009

TORERO, TORERO...


La plaza de toros luce de gala.
Al andaluz que se viste de luces
le gritan ¡Torero, Torero! Mientras
apurado sale el bravo de Miura.

Qué animal tan estúpido que pronto
acude al llamado de un trapo rojo.
El diestro en desplante gira, el tendido
lo ovaciona y pide se vaya al tercio.

Relucen banderillas albacete
y la sangre para el delirio corre,
de la afición que en éxtasis lo vive.

Se calla la música. La suprema muerte
debe consumarse. Que triste suerte
del cuadrúpedo. A eso… le llaman arte.

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