lunes, 7 de septiembre de 2009

CUANDO MI CORDILLERA DESPIERTE...


Cordillera de los Andes, inminente y muda
te tiendes en el horizonte de tu nevar;
y tapas con tu blanco rebozo, tus secretas
curvas que solamente conoces tú.

Y del curtido campesino, salen de su quena
penas al viento, se entretiene sentado
en sus rocas de oro, a las que se aferra
y no maldice por no poderlas explotar.

Pero sin respeto, llegan aventureros que se
autodenominan “mineros” y todo quieren
exterminar. ¡Qué paradoja enarbola bajo tus faldas
el hecho! ¡Qué perpetúa el olvido, la orfandad!

¡Por qué no explotan tus rayos
convirtiendo todo en lava!
¡Por qué no envías ríos al mundo
clamando justicia a la modernidad!

Cordillera de los Andes…
No nos podemos quedar.
La esperanza es buena, pero ¡basta ya!
De esta cruel y terrible agresividad.

2 comentarios:

  1. Vamos avanzando Bed jajaja, me detuve en esta porque este poema a la cordillera es algo sublime, tan imponente como los mismos Andes, y solamente de tu pluma puede nacer algo tan hermoso. Besos

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  2. UN MARAVILLOSO POEMA A ESE COLOSO!!
    ME GUSTO LEERTE.
    Y MUCHO MAS QUE ESTE AQUI MI AMIGA MAJITO.

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