lunes, 7 de septiembre de 2009

TRAS EL TUL DE LA VENTANA


Entre albores paralizantes tras el marco de la
ventana se dibuja noche a noche una sombra.
Y el rojo tul crepé, envuelve a la penumbra
entre tañidos lejanos, de una música en lamento
cuando la luz apaga...

La Diosa se pierde guardando en silencio
el heraldo de la alegría y, los farolitos de la
calle quietos quedan, como alumbrando
a una espiga que se esconde en la grama.

¡El momento tiene sabor a gloria y a peligro!
Un acento entre dicha y honda confusión.
Huele a perfume de rosa en madrugada.
A la sensual onda de complemento que
embriaga en el vacío de la tentación.

Y en el escenario de mi mente, el amor
no apaga con una despedida. Nula la
censura...¡Vuelvo a mirar esa ventana!

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