miércoles, 9 de septiembre de 2009

MUJER


Contemplando desde la buhardilla sensible y dubitativo, pongo la música suave y me dejo llevar por que el viento no puede; en los azulejos del techo veo la lumbre, en el ruido de las hojas secas las sonajas de mi delirio.

Y me entrego a la vida:
Detenido en prisión en las ramas del tiempo.
En ese rincón de pureza donde no se si es martirio el que vivo, o desolación mirando la lejanía empedrada por los eucaliptos verdes donde te alzas mujer lindamente llovida.

En el autismo de un frondoso ramo de ilusión me concentro. Mirándome en el manantial de tus ojos los beso, no hay sueño más dulce que tu compañía,encima de la luz, de las armonías, de las disonancias. De las tardes primaverales rebeldes que terminan en embeleso.

Al abrir mi agenda guardo una ramita de olivo, para que cuando seque pegue las hojas y me recuerde esta fecha en la que escribo estos versos dejándote mi inspiración.

Con esa sensación:

...Que quizá estuviste conmigo esta noche…

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