Si conociéramos Sud América
la posibilidad del continente,
dejaríamos relegado el ristre;
y nos dejaríamos alcanzar
por el sueño de Simón Bolívar
y el Generalísimo San Martín.
Si descubriéramos lo que nos une,
dejaríamos de estar aislados
y juntos seríamos más felices.
No habría potencias que desde lejos
a punto de fuego se adueñen de aquí.
Hoy que intentamos acercarnos desde
el Cuzco, los Apus seguramente
despertarán nuestra razón, sonando
en sus pututos mensajes de amor,
de autonomía é igualdad soberana.
Nos gritarán que unidos ¡Si podemos!
Y en nuestra tierra sagrada del sol,
la semilla no se quede en el retoño,
que gigante crezca la sementera, en
honestas manos con cuidado.
la posibilidad del continente,
dejaríamos relegado el ristre;
y nos dejaríamos alcanzar
por el sueño de Simón Bolívar
y el Generalísimo San Martín.
Si descubriéramos lo que nos une,
dejaríamos de estar aislados
y juntos seríamos más felices.
No habría potencias que desde lejos
a punto de fuego se adueñen de aquí.
Hoy que intentamos acercarnos desde
el Cuzco, los Apus seguramente
despertarán nuestra razón, sonando
en sus pututos mensajes de amor,
de autonomía é igualdad soberana.
Nos gritarán que unidos ¡Si podemos!
Y en nuestra tierra sagrada del sol,
la semilla no se quede en el retoño,
que gigante crezca la sementera, en
honestas manos con cuidado.
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