martes, 1 de septiembre de 2009

ESA VOZ


Al imaginar aquellos años vividos.
El acontecer de acertijos.
Es como salir del marasmo.
Reír a lo lejos.

Pues sin ti, miraba el correr de las nubes.
Sin ver rostro una voz decía: ¡TE AMO!
Encontraba en el día la alegría de vivir;
en la noche las ansias de esperar.

Llegaste tú. Yo siendo feliz.
Vi el esplendor de tus ojos:
Me sedujeron,
me arrullaron el corazón.

Tu sentimiento en desentendido escrito,
me ha hecho un cautivo de amor.
Me asombras, me enterneces.

Tus suaves palabras me llegan dormidas;
me hacen cariño,
me derrumban.

Miro como ayer las nubes.
Veo que otras son.
Entonces de nuevo me quedo esperando
esa voz decir: ¡TE AMO!

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